En positivo.

Hace días que no pienso. Mi cuarderno del alma no está más vacío sino menos lleno. Me dedico a vivir sin pensar pero sintiendo y que el viento transformado en vida me guíe, ni siquiera es necesario que me muestre el camino, puedo cerrar los ojos y seguir andando ignorando lo que ocurrirá en los próximos dos minutos a mi alrededor...

Quizás esa es la forma que busco desde hace dos años de encontrar la salida. Creo que lo estoy consiguiendo. La tranquilidad está cerca.

Ojalá.

Constructores por defecto y de recuerdos.

Es difícil conseguir cuando no depende de tí, cuando a tu alrededor se edifica o edifican o edificas una muralla que no es alta, ni lleva muchos ladrillos pero se sustenta aunque no entiendas la razón y creas que no puedes derribarla... no te equivoques, PUEDES hacerlo pero no siempre se quiere porque existe la esperanza, por eso te engañas o tú engañas o te engañan y llegan los lamentos, las sonrisas que no dicen nada y los recuerdos de un mundo sin murallas...

Aún así extrañas o te extrañan por mil razones, dos de ellas son cegarse con los ladrillos (también llamados detalles que construyen...) o no estar capacitados para levantarla, ya no tanto para alzarla sino para soportarla y protegerla y que no caiga.

Lo malo de esto es que besa el suelo y lo traspasa hasta el infierno, sabías que pasaría y vuelves a caer... a erigirte para fundar otra ciudad y crear otra muralla...

No aprendemos.

Subir a contracorriente.

Soy la marioneta que el mundo usa para ser más felíz, para sentirse mejor con ellos mismos... y me utilizan y lo sé pero parece que no aprendo, sigo pecando de ingenua...

¿Será que me he equivocado y lo he hecho todo mal? Por eso ahora tengo lo que me merezco, quizás me gané a pulso hasta mi mala fama y no lo asumo...

¿De verdad no existe UNA sola persona en el mundo capaz de hablarme o dirigirse a mí con el corazón, sin pensar en otra persona o en sí mismos en lugar de en mi propio bien?

Panda de hipócritas.

Claro que soy un salmón y voy a contracorriente, por supuesto que lucho contra el mundo, me niego a conformarme con ser el juguete con el que todos se divierten y al que la gente manipula.

Nunca me dolió tanto sentirme utilizada.

Creando momentos.

Los besos son el mejor invento del mundo.

Capaces de transmitir tantísimo con tan poco... me atrevería incluso a decir que son el gesto con el que más cosas se dicen, aunque también pueden no decir nada.

¿Quién los inventó?  Y, ¿cómo surgió el invento? Sea quien fuere... no pudo haberlo ideado solo, lo que lo convierte en algo aún más especial, crear con alguien esa chispa que hace que se acelere el corazón sin querer y aleje de la mente todo pensamiento negativo...es algo precioso.

Se descubren miles de cosas, de sentimientos y se experimentan miles de estados de ánimo, los cuales casi siempre resultan ser muy positivos.

Producen vínculos de afecto, de complicidad, y esa magia de la que una vez te hablaron y cuyo significado nunca entendiste hasta que tú lo sentiste, pero que todavía eres incapaz de explicar...

Siempre digo que hay que adaptarse a estar solo, porque así estamos todos en realidad, por mucho que nos cueste aceptarlo, sin embargo, tenemos la capacidad de amar y hay que aprovecharla porque la vida al final merece la pena gracias a los recuerdos de estos momentos mágicos.

Vamos a jugar a un juego, ¿vale?

Consiste en descansar, en no pensar mas que en tí mismo, en ser aún más egoísta de lo que el ser humano es capaz de ser.

¿Estaré capacitada? Será un juego largo, todo el verano durará y tiene sus reglas, como todos: no podrás decirme que soy tonta o que no voy a ganar solo porque a veces pierda partidas...

Yo no pretendo ganas todas las partidas, de hecho seguro no lo haré pero al final te darás cuenta (y sobre todo yo) de que soy una campeona porque gané el juego, y lo gané solamente gracias a mí, a mi esfuerzo y a mis ganas de recuperarme interna y externamente (recuperar... esa es la palabra que mejor describe la meta), y cuando esto ocurra seré otra o seré la que era antes, de manera que cuando alguien me pregunte "¿hoy te sientes happy?", yo no tema y diga que sí, sin duda.

En el fondo me alegra tener este tipo de experiencias mentales (sí, así las llamo yo), porque, como todo, ayuda a crecer, a madurar, a aprender a valorar...

Buufff... con lo difícil que es aprender a valorar, eh...

Hoy es punto y aparte.

Hoy no tengo ganas de pensar, me rebelo contra el mundo y contra la mejor capacidad (según dicen, puesto que a mí me cuesta creerlo) del ser humano, la razón.

Hoy me quedaré en la superficie de todo, sin llegar al fondo... no me gusta el fondo, está oscuro y me da miedo...

Que nadie me hable porque no diré más que sandeces sin demasiado sentido, aunque... si lo analizas, puede que tenga hasta más del que crees... pero no será culpa mía, será de mi subconsciente que me traiciona casi siempre...

Le recomiendo al mundo que hoy no cuente conmigo, pues estaré soñando.

La importancia del séquito... ¿tiene?

Me importa poco la fama o la impresión que pueda dar una persona. Me importa MUY poco porque lo vivo a diario.

En tu vida te cruzas con gente muy diferente, pero que pueden cambiar mucho al conocerlas, de manera que también cambia la impresión que tenías con respecto a ellas, ya sea a bien o a mal, claro está.

Yo soy quizás una de esas personas a las que si conoces, se derrumba toda idea inicial, que oíste o pensaste en un momento determinado... puede que dé mala impresión o tenga mala fama, por lo que, seguramente, intento no dar pasos en falso al conocer a alguien, pues sé cómo te sientes al ser juzgado al azar.

Sin embargo, en el mundo real la sociedad es muy cruel y hay que vivir con ello, ADAPTARSE, como con todo.

Y siempre digo lo mismo, a estas alturas... me llevo a casa mucho aprendido, pese a poder sonar no demasiado creíble...

No me gusta guiarme por impresiones, apariencias o habladurías, aunque se trate, al parecer, de la peor o mejor persona del mundo. Claro que no todos comparten mi opinión, y se puede o luchar por demostrar quién eres a la sociedad en general, o, por el contrario, preocuparte por los que te importan y se interesan en conocerte.

Yo SIEMPRE he seguido la segunda opción, puesto que, al fin y al cabo, esta gente es por la que merece la pena luchar.

Contradicción al máximo.

¿Por qué es todo tan complicado?

A veces se complican los planes sin querer... la sociedad los hace difíciles y tú dudas de todo, de si merece la pena seguir intentándolo, de si lo mejor es hacerle caso al mundo o si debemos dejarnos llevar por lo que sentimos...

Puedes llegar a agotarte mentalmente pero, ¿sabéis? Me he decantado por la última opción, voy a olvidarme del mundo y a dejarme llevar... ¡lo he decidido! Creo... aunque... ¿y si no es lo correcto?

Tengo mis dudas, muchas, demasiadas. ¿Quién decide lo que es o no correcto? ¿El mundo? ¿Tú misma? ¿Soy capaz de decidir sin miedo a equivocarme?

Me indigno... es una situación muy injusta.

¿Por qué es todo tan complicado?