Es difícil aprender.

Ojalá mañana me despierte siendo un bebé en brazos de mi madre, y recuerde todo lo que aprendí de los errores, y sepa cómo hacer para no volver a cometerlos...

viernes, 29 de abril de 2011

Atasco mental.

Tengo un atasco en mi cabeza. Esto ocurre cuando la mente se llena de ideas, sensaciones, pensamientos... y no sabes dónde irán a parar ninguno de ellos, ni el tiempo que se van a llevar ahí dentro.

Eso último es lo que más me preocupa, el tiempo que permanezcan en mi cabeza, pues me niego a dejar de preocuparme por tonterías, quiero problemas tontos, pequeños, de esos con los que al escucharlos, piensas "bah, si todo fuese eso en la vida...", no quiero tener que ser yo la que piense eso de los problemas que escucho.

Y por mucho que intente evitarlo, considero muy a menudo el hecho de estar volviéndome tonta, perdiendo mi intelecto por momentos, y ser cada vez menos capaz de dejar un pequeño hueco en mi alma para que fluya el tráfico de ideas y vaya desapareciendo el atasco.

Todo se marchita.

Todo muere poco a poco o de repente,
y todo lo que existió si un día lo fue,
al morir ya no es repelente...
Y es ardiente sentir eso,
cuando nada se entiende,
y tú atiendes
pero ya no sabes ni lo que sientes.
Camino hacia delante pero me obstruye el paso la gente,
y no comprendo la razón aunque dicen que es evidente...

Eligiendo caminos.

Supuestamente el camino corto es el peor, y como el ser humano parece haber aprendido de ello, siempre escoge el camino más largo, a pesar de lo que pueda costar llegar al final. Y es que somos masoquistas...porque a veces el camino más corto es el más fácil.

¿Merece la pena elegir el camino más largo, aun sabiendo que existen varias posibilidades de no llegar al final?

El tacto...

El sentido del tacto es el más importante, no sé qué haría si un día no pudiera sentir abrazos, caricias o simplemente rozar tu mano y sentir que estás ahí, que no te has ido, aunque me quede ciega y no te vea...
Y es absurdo esperar algo que no va a llegar, pero a veces se espera sin querer, porque a veces se necesita.

Envidia.

Siento envidia, sí, francamente, esto tiene que ser envidia, ¿por qué no decirlo?
No me parece justo que haya personas a las que se lo den todo hecho sin costarles trabajo alguno y alcanzando objetivos sin desearlo realmente y, por el contrario, personas a las que para alcanzar el sueño más insignificante se le pongan cada día más trabas y su camino sea cada vez más dificultoso.
Este tipo de cosas me hacen pensar en la supuesta existencia de un dios...y esque, si hay dios, le digo, seguramente sin ser la más indicada (puesto que estas palabras las escribe la envidia que siento, envidia por la gente con suerte), que no tiene ni idea de justicia.
"Tienes que acostumbrarte".
Pues NO QUIERO acostumbrarme a vivir en un mundo injusto, donde la gente buena tenga el camino lleno de piedras y otros, ya no malos sino simplemente otros, tengan la alfombra roja hasta todo aquello que deseen, o que no deseen tanto.
Porque un filósofo dijo una vez que aceptar la injusticia es todo lo contrario a una virtud, y yo le creo.
Solo me queda el consuelo de que los obstáculos pueden hacerte crecer como persona, ser más fuerte y madurar. Pero eso, ¿realmente sirve pala alcanzar tus sueños? ¿Me sirve como consuelo?

Una lástima.

- ¿Y si vuelvo al pasado y lo cambio?
 + No puedes.
- Y, ¿por qué?
 + Pues porque no, pero, ¿para qué quieres hacer eso? Lo hecho está hecho y, aunque no te lo creas, de esas cosas se aprenden, para bien o para mal.
- Sí que te creo, por eso, he aprendido y si vuelvo al pasado creo que cambiaría algunas cosas...y otras no las dejaría ir porque ahora las echo de menos.
 + Pues no puedes.
- Pues qué pena...
______________________
A veces te echo de menos, sobre todo porque eras la que conseguía que no me sintiera tan sola, por eso te recuerdo tanto últimamente, y por eso hoy aún no me creo que ni nos hablemos, después de luchar tanto por conseguir lo que teníamos...en fin, supongo que estas cosas pasan...no?

Es difícil aprender.

Ojalá mañana me despierte siendo un bebé en brazos de mi madre, y recuerde todo lo que aprendí de los errores y sepa cómo hacer para no volver a cometerlos...

Sin abrir caminos.

El ser humano se aferra a lo que tiene, pensando que es lo mejor, porque no ha conocido otra cosa.

Sin parar...

No puedo dormir, pensando en mi vida, en lo que he pasado y en lo que me queda por pasar... es imposible no tener miedo a lo que pueda suceder después de haber vivido una serie de... experiencias, así las llamo, tanto buenas como malas, son experiencias con las que se aprende a vivir, a sentir, a pensar, a valorar...

 Es lógico mostrarse cobarde al principio, con miedo al futuro, a tu vida y a los acontecimientos que ocurran en ella... y yo esta misma noche pienso, ¿es que acaso se madura mirando al futuro?

Se madura afrontando los errores del pasado y actuando en consecuencia para corregirte en el futuro, aunque si es así... yo diría que estamos continuamente madurando.